¡Hola!

Soy la Dra. Vemari Rivera

 

En los últimos años de mi carrera profesional y Ministerial me he destacado por mi compromiso incansable del bienestar emocional y espiritual de las mujeres.

Con más de 20 años de experiencia en el campo de la psicología, medicina alternativa, conocimiento académico y teológico unido a mi fé cristiana he podido ofrecer un enfoque integral en el cuidado de la salud mental y salud integral.

Como Pastora, he liderado en ministerios y comunidades de fe, brindando apoyo espiritual y consejería pastoral a cientos de mujeres y familias ayudándolas a superar traumas y encontrar un propósito verdadero en sus vidas.

 

Un poco de porque hago lo que hago..

 

En mi rol como mentora, desarrollé el innovador programa de sanidad integral
para mujeres, Mujer agarra el cetro Gobierna y Reina en 2018. Este programa está diseñado para abordar las necesidades emocionales, psicológicas y espirituales de las mujeres, ofreciéndoles herramientas prácticas para abordar los desafíos específicos que enfrentan las mujeres en su búsqueda de sanación, crecimiento personal y empoderamiento. Con mi metodología “Florece” ofrecido a Mujeres de diversos países de habla hispana se han podido beneficiar.
 
Mi trabajo ha sido reconocido por su impacto transformador en la vida de las mujeres al ser  meritoria, de varios reportajes de periódico en la Isla de Puerto Rico; en Caribbean Business periódico para la clase profesional del país destacando así proyectos que he liderado. Adicional fui seleccionada entre otras Mujeres Profesionales como una de las Mujeres que “lideran el país en el 2010” en el periódico con dos páginas de reportaje sobre mis proyectos.

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Hubo un tiempo en mi vida en el que me sentía atrapada en un ciclo interminable de frustración y agotamiento. Mis días estaban llenos de responsabilidades, desde mi carrera como Psicóloga, mi llamado Ministerial como Pastora hasta ser madre y en medio de todo esto, me había perdido a mí misma. Las decisiones que tomaba parecían no ser las mías, sino impulsadas por lo que los demás esperaban de mí.

Sentía una enorme presión, y esa sensación de no tener control sobre mi vida me llenaba de ansiedad. Mi paciencia se agotaba fácilmente, y las relaciones con mis seres queridos comenzaban a debilitarse.

Fue un momento difícil.
 
Sin embargo, en medio de ese dolor, supe que algo tenía que cambiar. Comencé a dedicarme a mi propio crecimiento, profundizando en mis estudios de psicología, estudios Ministeriales y mi desarrollo personal, buscando herramientas que no solo me ayudaran a mí, sino que pudieran también servir a otras mujeres en situaciones similares. Me preparé a través de diversos estudios, incluyendo especializaciones, retiros, mentorías, y combinando mi experiencia profesional y Ministerial con un enfoque más humano y cercano, porque entendí que el cambio real comienza desde adentro.
 
Hoy, miro hacia atrás y veo cuánto he avanzado. La mujer que una vez se sintió perdida ahora es dueña de su vida.

He transformado mis vivencias y experiencias en propósito, y ahora, más que nunca, estoy comprometida a ayudar a otras mujeres a sanarse, re-conectarse con ellas mismas y con Dios, a tomar decisiones que las empoderen, LAS HAGAN AVANZAR en su negocio y sobre todo a vivir una vida plena.

Recuerdo cuando, al igual que tú, me sentía consumida por las expectativas de los demás y mi corazón necesitando sanidad. Cada decisión, cada paso, era un reflejo de lo que otros esperaban de mí, no de lo que yo realmente quería. La ansiedad era una compañera constante, y la idea de priorizarme parecía un lujo inalcanzable. Pero un día, decidí que merecía más. Me comprometí conmigo misma, me sumergí en un proceso de autoconocimiento, de sanidad y, poco a poco, comencé a cambiar mi perspectiva y a tomar las riendas de mi vida.
 
Hoy, vivo con propósito y claridad. Soy una Mujer sanada por el Poder de Dios, he aprendido a tomar decisiones que me nutren, que me hacen avanzar, a equilibrar mis responsabilidades sin perderme en el proceso, y a disfrutar de una vida plena llena de paz y satisfacción.

Sé que tú también puedes lograrlo, y estoy aquí para acompañarte en ese viaje de transformación.